No sé si será por mi
deformación profesional, por dedicarme a una asignatura en el que las
diferencias son evidentes, o por dedicarme a impartir docencia a adolescentes a
los cuales no se les plantea esta duda, la verdad es que
esta actividad me está costando muchísimo.
Tengo una niña de
siete años a la que le he pedido ayuda. Le he preguntado
¿Cómo le explicarías a un compañero tuyo que somos diferentes?
Ella me ha dicho,
tenemos que ser diferentes porque si no seríamos iguales, no podríamos
diferenciarnos.
Si fuésemos iguales
¿Cómo distinguiría a mamá y al hermano?, y me dice, mira papá, voy a contarte
una historia:
"Era sé una vez un
pequeño nogal que se preguntaba por qué todos somos diferentes. Al día siguiente pasó por allí su amiga la
ardilla Lola acompañada de su amigo el búho sabio y el árbol le preguntó. -¿por qué somos todos diferentes? Y el búho
le contestó – somos diferentes porque cada uno tenemos un aspecto y unos gustos
distintos, sí a todos nos gustaran las nueces, no quedaría ni una en tus ramas,
y todos los árboles seríais iguales, ¿te imaginas que aburrido? En cambio al
ser todos diferentes y tener gustos distintos, la naturaleza es mucho más
bonita, hay árboles de muchas formas y colores diferentes, también existimos
animales muy diversos, y así todos nos complementamos y nos divertimos.
Desde ese día, el
pequeño nogal se sentía orgulloso de ser diferente."
Después de esta
conversación, me he dado cuenta de que es difícil explicar aquellas cosas que
ves como obvias, y que a veces, las mentes más pequeñas son las que encuentran
explicaciones sencillas.
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